Desde la Antigüedad se ha empleado el maquillaje como manifestación artística. A lo largo de la historia ha estado presente en las tendencias estéticas.
LOS ORÍGENES DEL MAQUILLAJE. LA PREHISTORIA Y EL ANTIGUO EGIPTO.
El origen del maquillaje se remonta a siglos atrás, concretamente a la Prehistoria. En este período se aplicaban arcilla en la cara pero no queda claro cuál era la finalidad.
Según las pinturas rupestres de la época, las mujeres del Paleolítico coloreaban con marrón rojizo diferentes partes de su cuerpo.
En el antiguo Egipto los polvos negros y verdes eran usados por hombres y mujeres indistintamente para pintar sus ojos. Su ideal de belleza pasaba por una piel bronceada, unos ojos grandes y delineados en forma de pez en color oscuro, labios coloreados en tonos terracota y cejas muy cuidadas como podemos observar en los bustos de la época.
Además de protección solar, las personas creían que el maquillaje les protegía también de las enfermedades. No iban descaminados ya que el kohl negro y otros polvos que usaban en los párpados contenían sales de plomo que fortalecen el sistema inmunológico.
Algunos historiadores consideraban Egipto como la cuna del maquillaje. Para obtener el color con el que se pintaban los ojos mezclaban tierra, tinta y cenizas. Para los labios las egipcias usaban un tinte hecho de ocre rojo y óxido de hierro natural que aplicaban con un cepillo.
En las tumbas de los faraones se hallaron restos de productos cosméticos que no distaban mucho del maquillaje actual. De hecho, el colorete actual deriva de una mezcla elaborada en el Antiguo Egipto que se componía de semillas, ocre rojo y diferentes frutos.
EL PERÍODO CLÁSICO: EL MAQUILLAJE EN LA ANTIGUA GRECIA Y ROMA.
En la Grecia clásica el maquillaje era disimulado aunque importante para las griegas. Como dato curioso, lucían un entrecejo, que en ocasiones conseguían a base de pelo de animales al igual que las romanas.
En la época romana el peinado y el maquillaje se cuidaban al máximo, especialmente en actos sociales. El canon de belleza era el de una mujer de piel blanca y mejillas sonrojadas. La piel blanca era sinónimo de nobleza y distinción frente a mujeres de piel oscura o quemada por el sol que trabajaban en el campo. Sustancias como el hollín se usaban para pintar ojos y cejas. Para conseguir sombras de ojos se usaban pigmentos naturales bien de la propia zona o bien importados.
En esta época, la mayoría de los cosméticos provenían de la vegetación y los animales, a excepción del albayalde, para obtener una piel clara, y el kohl.Este cosmético lo aplicaban tanto hombres como mujeres sobre los ojos para protegerlos del sol y para embellecerlos. Su aplicación ha sido tan extendida en los países de Oriente Medio, África y parte de Asia que ha perdurado hasta nuestros días.
EL RENACIMIENTO DEL MAQUILLAJE.
En la Edad Media, el cuidado personal en las mujeres estaba mal visto por lo que el maquillaje quedó en segundo plano. Sin embargo, con la llegada del Renacimiento, el maquillaje se transforma.
En este momento el ideal de belleza es el de una mujer de cuerpo curvo con piel blanquecina, cejas poco pobladas y frente muy despejada. El maquillaje se aplica en los ojos con Khol y se suele usar un tipo de colorete granate, los párpados se colorean con azul o verde y los labios llevan colores rojos intensos en forma de corazón.
En el siglo XVI los monjes de Santa María Novella, crean el primer gran laboratorio de productos cosméticos y medicinales.
En el siglo XVI las nobles inglesas pusieron de moda el uso del maquillaje de plomo. La propia reina Isabel I lo aplicaba para cubrir sus cicatrices de viruela. En su corte se popularizaron la salvia para blanquear dientes y los pétalos de geranio como rojo de labios y otros productos a base de mercurio para colorearlos.
EL TRIUNFO DEL MAQUILLAJE PÁLIDO.
En los siglos XVII y XVIII había una obsesión por los rostros pálidos, espolvoreados con polvos de talco o polvos de harina de arroz por el cuello y el escote y alguna mancha como por ejemplo lunares pintados artificialmente.
Francia marcaba el canon de belleza. Mostrarse con los ojos y las mejillas coloreadas estaba mal visto, por lo que a falta de coloretes, se pellizcaban la piel para que la sangre pigmentara los pómulos.
En estos siglos también es necesario recordar el maquillaje en Asia, concretamente en Japón con sus Geishas. Su maquillaje era un distintivo para potenciar sus rasgos con insinuación. Su maquillaje blanco cubría rostro, cuello, pecho y manos, con dos o tres áreas sin pintar cerca de la nuca, para acentuar esta zona erótica, y una zonza descubierta de piel alrededor del pelo.
Los ojos y las cejas eran remarcados con carbón. Las maiko (aprendiz de Geisha) además usaban rojo alrededor de los ojos. Los labios eran pintados con una brocha estableciendo un contorno en forma de corazón por arriba y por abajo.
MAQUILLAJE: DEL SIGLO XIX A LA ACTUALIDAD.
Durante finales del siglo XVIII y comienzos el XIX la revolución industrial hace que se masifiquen los productos de belleza y se comercializan por todos lados, se vuelven más fáciles de comprar.
Con el cambio de siglo, llegados al XX la aparición del cine produce un cambio de mentalidad en las costumbres y el maquillaje se convierte en imprescindible. Entre las técnicas de maquillaje utilizadas en este momento están el uso de uno o dos tonos de maquillaje más claros que el tono natural, el párpado móvil se pintaba por completo con un lápiz negro y se difuminaba hasta el párpado superior sin invadir la ceja. Se aplica buena cantidad de sombra y máscara de pestañas y para los labios se usaban tonos oscuros como el granate y en los pómulos tonos rosas.
Los años 20 fueron años de revolución. Se mantuvo el tono blanquecino del rostro pero al mismo tiempo se introdujo la raya negra difuminada, sombras de ojos de colores rojos o morados, labios color rojo oscuro, cejas depiladas y colorete aplicado de forma redondeada sobre los pómulos.
En la década siguiente, Hollywood sigue siendo el referente con actrices como Audrey Hepburn o Greta Garbo pero con una estética más natural. Aparece el eyerliner que pintaba trazos muy finos, sombras en tonos dorados o plateados, colorete difuminado y labios en tonos marrones o granates.
Tras la II Guerra Mundial el maquillaje se vuelve más refinado y suave, se usan bases de maquillaje parecidas al tono de piel, combinación de colores en las sombras de ojos y máscaras de pestañas con colores como el azul o el verde, cejas anchas y poco curvadas, colorete no muy marcado y labios en color rojo.
Con el movimiento hippie de los años 60 se pasa del rojo intenso en los labios de los años 50 al rosa palo. Además, se usan sombras sombras azules, rosas o tonos blanquecinos en los ojos.
El movimiento punk traerá en los 70 colores ácidos, la raya del ojo muy marcada, líneas que sobresalen del párpado y máscara de pestañas muy abundante. En los 80 predominan sombras y colores fuertes, delineador muy marcado y cejas anchas y definidas.
En la actualidad existen una gran variedad de maquillajes, dependiendo del objetivo que se persiga. El maquillaje es resistente y puede durar un día entero y además la gran diferencia con el pasado es que las sustancias que lo componen son más naturales, sin parabenos, sin materiales tóxicos o perjudiciales para la salud y para la piel y cada vez más respetuosas con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Como ves, la historia del maquillaje ha sido cambiante con períodos muy diferentes entre sí y siempre con el objetivo de comunicarse a través de la estética.
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